Durante mucho tiempo culpé a mi entorno de mi dolor. Nadie me entendía, carecían de sentimientos y de consideración y solo yo tenía razón. Hace tiempo que me di cuenta de lo equivocada que estaba.
La culpa no la tiene nadie, ni siquiera yo. El mundo es como es y yo no tengo nada que ver con él.
Soy delicada, sensible, sentimental y demasiado débil para este mundo.
Me gusta ayudar a los otros y que sean felices, no me supone nada humillarme o tragarme el orgullo para ver un sonrisa, un detalle insignificante pero cargado de sentimiento me alegra la vida, una palabra malsonante me echa a perder el día.
Simplemente soy así, no hay más.
Llego al trabajo y tengo que hacer buena cara y tratar con una persona que me manda al verme entrar por la puerta sin darme los buenos días; y me duele.
Entro en una sala y dos personas que hace poco se ponían de vuelta y media hablan y cuchichean a mis espaldas.
Traigo ropa a mis compañeras de mis hijos y luego veo como se la intercambian entre ellas sin contar conmigo para nada.
Y no, no tienen la culpa ¿quién soy yo para reclamar un saludo, una honestidad o un puñado de camisetas? Nadie, nadie lo es. Cada uno hace lo que quiere, porque quiere y no tenemos que dar explicaciones.
La vida es así. Ya está.
Y yo no estoy preparada para ella, ahora sé que nunca lo estaré.
Ni para esta ni para ninguna otra época. Porque todas son iguales.
Mirando a cualquier momento de la historia, en todos, ocurre lo mismo : la juventud no es lo que era, se ha perdido el respeto y la justicia va para menos.
Yo soy así, no tengo remedio, simplemente sobrevivo.
Y no me flagelo, ni monto ningún drama, ni me digo lo desgraciada que soy. Ya he estado demasiado tiempo lamentándome.
Simplemente me entristece sentirme tan incomprendida. Me entristece tener que ser tan hipócrita durante tantas horas al día. Me entristece no poder decir lo que siento porque nadie, absolutamente nadie quiere oír malos rollos ni que le calienten la cabeza.
Qué se le va a hacer.
Tengo suerte, Dios me ha bendecido con una familia estupenda, trabajo y salud. Siendo para mí la salud la prioridad más absoluta, el trabajo una manera de llevar el pan a casa y la familia el centro de mi vida.
Y doy gracias por todo lo que tengo cada día.
Es solo que a veces me siento sola, pero no pasa nada. Imagino que todos nos sentimos así alguna vez, y no pasa nada. Vuelvo a lo mismo, nada tiene que ver el mundo, es este sentimentalismo, esta imaginación, estos sueños, estos deseos que pueden más que lo que la vida realista me pide diariamente.
Gracias por estar ahí.
A mi me gusta como eres Mel, ya te lo habia dicho hace tiempo a que si?, lo importante es que tu te quieras mucho mi cielo, ser sensible es una virtud que va ligada a sufrir, por que afectan mas las cosas, pero que quieres que te diga a mi me gusta las personas que se compromete, que ayudan, que sacan sonrisas sin esperar nada a cambio..
ResponderEliminarA mi me gustas TU muack princes estamos aki para lo que quieras y si no, ya sabes donde encontrarme animo mi niña muackkkk
Esperas ser dichoso una vez que
ResponderEliminarhallas obtenido lo que pides. Te engañas;
tendrás las mismas inquietudes, iguales
cuidados, idénticos disgustos, semejantes temores,
parecidos deseos. La felicidad
no consiste en adquirir y en gozar
de lo adquirido, sino en no desear, porque
consiste en ser libre.
Epicteto
Lo sé David .... la más grande de mis penas es que vivo esperando, y sé que debo cambiar.
ResponderEliminarSolo siendo libre, podré disfrutar
Guapaa a mi me encanta como eres :) y bueno cada uno tiene sus virtudes y defectos, quierete mucho y verás como todo irá mejor. Un besazo.
ResponderEliminarpor un momento he pensado que la que ha escrito el post soy yo!! je.. me siento muy identificada contigo
ResponderEliminarun abrazo